martes, 23 de julio de 2013

Curioso

Curioso. Siempre me resulta curioso apreciar cómo la prensa de este país hace y deshace a su antojo, mostrando sus fobias y filias sin pudor, y llevándose las manos a la cabeza en cuanto alguien les ataca o no les cae en gracia.

Curioso. Siempre me resulta curioso apreciar cómo la prensa de este país utiliza un mismo argumento para elevar a categoría de intocable a un jugador, y a la vez lo omite cuando un mismo jugador de ese mismo equipo, no piensa de acuerdo a su catequismo.

Curioso. Siempre me resulta curioso apreciar cómo la prensa de este país es capaz de destripar a un personaje, pero a la vez, como por arte de magia, ensalzarlo si de repente se convierte en una pieza útil para atacar a otro de sus estigmatizados.

Curioso, muy curioso. Pongamos unos ejemplos claros, que encajen en cada uno de los párrafos anteriores. Para el primero, imaginemos un entrenador de fútbol. Portugués para más señas. Imaginemos ahora que ese entrenador, sienta a una de sus figuras, que casualmente es el niño mimado de la prensa. Imaginemos que a pesar del revuelo, el entrenador no cede a las presiones, y mantiene su criterio. Y por último, imaginemos que no concede ruedas de prensa, ni filtra información, provocando desconcierto y rabia entre el gremio periodístico. Donde una persona podría apreciar rectitud, rigor y firmeza, la prensa lo tacha de ataque a la línea de flotación de la Selección Española, a la historia del Real Madrid…

Para el segundo ejemplo, imaginemos que un portero que se convierte en suplente, deba ser tratado inmediatamente como titular, debido a ser campeón del mundo, y doble campeón de Europa. Argumento razonable, ¿verdad?. Pues trasladen el mismo caso a un lateral derecho, con el mismo palmarés, pero que sin embargo, defiende a su entrenador, a pesar de ser incluso suplente. En este caso, para la prensa, esos mismos argumentos, desaparecen bajo la tierra.

Y ya por último, imaginemos un defensa duro, contundente, con salidas de tono sonadas. El mismo que no tenía derecho a mantener su carnet de futbolista. Ante su suplencia, ataca al entrenador que le defendió en los peores momentos. Y de repente, como por arte de magia, pasa a ser una persona maltratada, y digna de elogio por parte de la prensa…

Curioso, ¿no?